Importancia de trabajar en la soberanía alimentaria
Eduardo Villalta
Un punto de partida muy interesante del que se podría empezar a hablar sobre la soberanía alimentaria es cuestionando, ¿realmente la soberanía alimentaria es un derecho humano? Y seguramente como toda dinámica social la respuesta es compleja, diversa y requiere de todo un profundo análisis histórico, económico, político y social.
Antiguamente los hombres y mujeres eran nómadas y se desplazaban de un lado al otro en búsqueda de alimento según las estaciones del año y los métodos que empleaban para obtener los mismos, luego en la región mesoaméricana empiezan a surgir un proceso de asentamiento en comunidades por la disponibilidad de servicios ecosistémicos y la abundancia de alimentos que estaban a disposición, lo que empezó a generar dinámicas sociales y políticas gracias a los factores que se determinaban desde aspectos tan cotidianos como la forma de cocinar y preservar alimentos, así como la forma de cultivar y cosechar estos.
Actualmente, luego de procesos coloniales, capitalistas y neoliberales, se establece en la mayor parte del continente Americano y el resto del mundo un sistema económico capitalista de visión a corto plazo, insostenible, basado en la degradación, contaminación y extracción indiscriminada de los bienes naturales a nivel mundial, lo que conlleva a grandes problemas como el cambio climático, una pérdida acelerada de la diversidad biológica de todo el planeta y una amenaza a sustancial a salud humana manifestándose en hambre y pobreza. Todo esto vulnera de forma directa a la Soberanía Alimentaria, pero qué constituye a la misma.
La soberanía alimentaria ad hoc plantea la libre determinación de los pueblos del mundo en poder consumir los alimentos que ellos decidan, cultiven y promuevan, así como todas las políticas públicas que fomenten la organización comunitaria y participación de las mujeres, comunidades locales y pueblos indígenas en actividades productivas y en pro de la conservación de la diversidad biológica. Esta soberanía alimentaria es un posicionamiento político que defiende la vida y el espacio público en sus múltiples manifestaciones como, los ríos, el suelo, el aire, y se contrapone al modelo neoliberal que ve a la agricultura y a los alimentos como simples herramientas para la obtención del capital sin importar que la obtención de estos contamine el ambiente y no sea saludable para la población.
Con este breve análisis podemos determinar que en efecto la Soberanía Alimentaria SÍ es un derecho humano, que surge de la libre determinación de los pueblos y de sus conocimientos ancestrales respecto a la forma en la que deciden cuáles son los alimentos que deben estar en sus mesas y cuáles no siendo sujetas y sujetos políticos. También podemos mencionar que utilizar esta soberanía es un método de adaptarse a los efectos adversos del cambio climático por medio del uso de las especies nativas y los servicios ecosistémicos de los múltiples ecosistemas donde desarrollan sus actividades cotidianas.